Abril 2012 – Marrakech – Tiznit – Sidi Ifni – Guelmim – Tan Tan – Tarfaya – Guelmim – Assa – Aouinet Torkoz – Casablanca

Por Baudilio Rebollo Fernández

El día viernes 20 de abril de 2012 me despedí de mis compañeros Javier Corzo de Porras y Luis Montero de Espinosa, y sobre las 13:00 comencé mi bajada con intención de llegar a Sidi Ifni a hacer noche, realizando varias paradas durante el trayecto.

Una vez pasado Tiznit, y en dirección Sidi Ifni, realicé una de las primeras paradas, en un punto donde estuve en el anterior viaje, junto a Juan Pablo González de la Vega, Jose Antonio Fernández Carrasco y Victor Gabari Boa, y donde ya habíamos encontrado especies como tortuga mora (Testudo graeca), culebrilla mora (Trogonophis wiegmani wiegmani), salamanquesa comun (Tarentola mauritanica), gecko de Agadir (Saurodactylus brosseti) y agamas (Agama impalearis, clado sur).

En esta ocasión encontré unas doce salamanquesas comunes (Tarentola mauritanica), un juvenil de tortuga mora (Testudo graeca), un par de geckos de Agadir (Saurodactylus brosseti), dos agamas (Agama impalearis, clado sur) y una culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis).

Tiznit
Alrededores de Tiznit. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Hemorrhois hippocrepis
Hemorrhois hippocrepis. Tiznit. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Bajando más en dirección a Sidi Ifni, encontré una salamanquesa común (Tarentola mauritanica) y una bucerrig (Psammophis schokari), en el interior de una arqueta de conducción de agua, y un gecko de Agadir (Saurodactylus brosseti) en los alrededores de la misma. Comentar que esta arqueta de conducción de agua no tiene acceso fácil para la entrada de ningún herpeto, tan solo un tubo de respiración de la misma, pero que está colocado en alto, y presumiblemente la serpiente debió entrar por allí, sin tener opción ninguna para salir del mismo, convirtiéndose en una verdadera trampa para los reptiles que pueden acceder a estos lugares.

Psammophis schokari
Psammophis schokari. Mirflet. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Ya al atardecer llegué a Sidi Ifni y decidí realizar una prospección nocturna por los alrededores en busca de las especies tropicales que habitan en estas zonas, Dasypeltis sahelensis, Boaedon fuliginosus, Bitis arietans o Naja haje.

Sidi Ifni
Alrededores de Sidi Ifni. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Durante las 3 primeras horas, y con una temperatura suave de unos 20 ºC, solo encontré varios ejemplares de erizo moruno atropellados, y no ví ninguna actividad de herpetos.

Curiosamente, cuando hubo una bajada de la temperatura importante, hasta 15 ºC y sobre las 23:30 de la noche, encontré un ejemplar de culebra de herradura juvenil (Hemorrhois hippocrepis) recién atropellado, lo que me hizo presagiar que podía empezar la actividad en ese momento. Observé también un jerbo atropellado recientemente, y pude observar a un erizo moruno carroñeando sobre el cadaver de un agama (Agama impalearis) atropellado en la carretera.

Y fue a partir de las 00:05 y entre 14 y 16 ºC, cuando pude observar tres individuos de culebra comedora de huevos (Dasypeltis sahelensis) activos, y uno más atropellado, en aproximadamente algo más de una hora.

Dasypeltis sahelensis
Dasypeltis sahelensis. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Dasypeltis sahelensis
Dasypeltis sahelensis, detalle de la cabeza. Sidi Ifni. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

El sábado 21 de abril amaneció lloviendo con cierta intensidad, y comencé a bajar desde Sidi Ifni donde hice noche en el propio coche, hacia Tan Tan, realizando varias paradas por el camino a partir de Guelmim, es decir, en la carretera de Guelmim a Tan Tan.

En el camino encontré salamanquesas comunes (Tarentola mauritanica), unos 15 sapos verdes (Bufo boulengeri), eslizones moros (Chalcides polylepis), bucerrig (Psammophis schokari) y 7 agamas (Agama impalearis, clado sur).

Psammophis schokari
Psammophis schokari, detalle de la cabeza. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Agama impalearis
Agama impalearis. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Bufo boulengeri
Bufo boulengeri. Tan Tan. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Mas tarde me dirigí directamente hacía el Ouatia, en la playa de Tan Tan, para buscar un lugar donde hospedarme, y aproveché para realizar una prospección por los alrededores, observando un gecko de casco (Tarentola chazaliae) y varios individuos de lagartija dorada (Acanthodactylus aureus), cuando salió el sol un rato a última hora de la tarde.

Mientras me dirigía de nuevo por la carretera de El Ouatia a Tan Tan, observé un individuo juvenil de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) atropellado.

Esa misma noche iba a realizar prospección nocturna por los alrededores de Tan Tan, en busca de algunas especies que son predominantemente nocturnas. Antes de que anocheciera completamente y a unos 16ºC, encontré un juvenil recién atropellado de culebra diademada del Magreb (Spalerosophis dolichospilus).

Ya durante la noche fueron apareciendo diversas especies de geckos como Stenodactylus mauritanicus, y Tarentola chazaliae. También observé una Macroprotodon cucullatus que podría tratarse de la subespecie Macroprotodon cucullatus textilis. Sí había en este caso actividad de mamiferos, pudiendo observar varios jerbos Jaculus jaculus y un zorro.

Tarentola chazaliae
Tarentola chazaliae, comportamiento defensivo. Tan Tan. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
acroprotodon cucullatus textilis
Macroprotodon cucullatus textilis. Tan Tan. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

El domingo 22 de abril, amaneció lloviendo en El Ouatia y con una temperatura bastante fría.

Tarentola chazaliae
Laguna de Khiniffis. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Durante todo el día hizo relativamente bastante frío y un viento muy fuerte y a simple vista no había movimiento de fauna, ni lagartijas, ni insectos, ni apenas nada. Lo único que observé fueron rastros de eslizones de arena (Chalcides sphenopsiformis).

A última hora de la tarde y ya anocheciendo, me preparé para buscar especies nocturnas como la víbora de la arena (Cerastes vipera), la culebra cavadora (Lytorhynchus diadema) o la culebra de diadema (Spalerosophis diadema) pero tras el día frío que había hecho y con lluvia, no tenía muchas esperanzas de encontrar nada, puesto que además, la lluvia había endurecido la arena y no podían verse apenas rastros de animales, exceptuando el de los grandes mamíferos.

Al final encontré un adulto de víbora de la arena (Cerastes vipera) y regresé a Tan Tan donde dormiría.

Cerastes vipera
Cerastes vipera. Tarfaya. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Cerastes vipera
Proceso de enterramiento en Cerastes vipera. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

El lunes 23 de abril me dispuse a volver a la zona de Guelmim para prospectar los alrededores. Una vez llegué, pasado el mediodía, hacía una temperatura bastante calurosa por primera vez, unos 33ºC, y empecé a muestrear los alrededores de Guelmim, encontrando una Psammophis schokari adulta atropellada, otra muy activa y dos culebras de herradura (Hemorrhois hippocrepis), una juvenil y la otra semiadulta, activas, también ví varios ejemplares de rana verde norteafricana (Pelophylax saharicus), una culebra viperina (Natrix maura), varias salamanquesas comunes (Tarentola mauritanica), tres agamas (Agama impalearis, clado sur) y varios ejemplares de galápago leproso (Mauremys leprosa).

Oued Assaka
Oued Assaka. Guelmin. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Hemorrhois hippocrepis
Hemorrhois hippocrepis. Guelmin. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Natrix maura
Natrix maura. Guelmin. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Durante la noche observé que había algo más de actividad, cruzándose varios jerbos (Jaculus jaculus), una liebre, varios erizos morunos, entre otros mamíferos, e insectos como mantis religiosas, y encontré varios geckos como Stenodactylus mauritanicus y Tarentola chazaliae, varios ejemplares de rana verde norteafricana (Pelophylax saharicus), dos adultos de sapo verde (Bufo boulengeri), dos juveniles de víbora bufadora (Bitis arietans) muy contrastadas y una culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), atropellada.

Stenodactylus mauritanicus
Stenodactylus mauritanicus. Guelmin. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Bitis arietans
Bitis arietans. Guelmin. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Tarentola chazaliae
Tarentola chazaliae. Tan Tan. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

El martes 24 de abril me dispuse a recorrer la zona entre Guelmim y Aouinet Lahna, anteriormente conocido como Aouinet Torkoz, pasando por Assa.

Lo primero que encontré fue un lagarto de cola espinosa marroquí (Uromastyx nigriventris) atropellado en los alrededores de Guelmim.

Uromastyx nigriventris
Uromastyx nigriventris atropellado. Guelmim. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

La temperatura alcanzaba ya a lo largo del día hasta los 42ºC en las zonas prospectadas, y encontré un ejemplar de gecko de Argelia (Tropiocolotes algericus), sin embargo no ví mas ejemplares de Uromastix, ni agamas ni ningún tipo de lagartija. Al anochecer comencé la prospección nocturna y la temperatura sufrió un gran descenso, llegando a los 18ºC, y además comenzó a levantarse un viento extremadamente fuerte.

Aouinet Lahna
Alrededores de Aouinet Lahna. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Durante la noche pude observar un ejemplar de gecko elegante (Stenodactylus mauritanicus) y un adulto de serpiente gato norteafricana (Telescopus tripolitanus) que medía 0,97 metros. Este ejemplar estaba activo y podría tratarse de una hembra, puesto que tenía una cola bastante más corta en relación al cuerpo (observación personal hecha a partir de los individuos observados por Gabriel Martínez del Mármol en agosto de 2011 en una localidad muy próxima).

Telescopus tripolitanus
Telescopus tripolitanus. Assa. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Telescopus tripolitanus
Telescopus tripolitanus, detalle de la cabeza. Assa. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

A medida que avanzaba la noche ya no se veía actividad y además el viento comenzó a ponerse aún más fuerte, por lo que decidí volver a Guelmim donde dormiría esa noche.

El miércoles 25 de abril aproveché para descansar un poco en el hotel, puesto que lo que me quedaba era hacer el trayecto hacía Rabat, donde llegaría Gabriel en un par de días. Así, este día lo dediqué enteramente a realizar el viaje de Guelmim a Mohammedia, un poco más al Sur, donde me quedaría hasta recoger a Gabriel Martínez del Mármol el mismo viernes 27.

El jueves 26 de abril lo dediqué a recorrer los alrededores de Casablanca, donde había mucha más actividad que en las anteriores semanas, ya que estaba todo mucho más florecido y verde, pero hacía frío aún y apenas se veían insectos, y tampoco lagartijas.

Observé más de 5 bulanes (Eumeces algeriensis), todos machos adultos, dos culebras de herradura (Hemorrhois hippocrepis) y una muda, un sapo mauritanico (Amietophrynus mauritanicus), varios ejemplares de agama (Agama impalearis, clado norte), salamanquesas comunes (Tarentola mauritanica) y una tortuga mora (Testudo graeca).

Eumeces algeriensis
Eumeces algeriensis. Casablanca. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Testudo graeca
Testudo graeca. Casablanca. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Hemorrhois hippocrepis
Hemorrhois hippocrepis. Casablanca. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

El viernes 27 de abril salí del hotel pues debía ir a recoger a Gabriel, no sin antes realizar una pequeña prospección por los alrededores de donde dormía, cerca de Casablanca y con una temperatura de 17ºC, pude ver 4 tortugas moras (Testudo graeca), varias lagartijas colilargas (Psammodromus algirus), salamanquesa común (Tarentola mauritanica), varios ejemplares de agama (Agama impalearis, clado norte), sapo mauritanico (Amietophrynus mauritanicus), rana verde norteafricana (Pelophylax saharicus) y una hembra adulta de Malpolon monspessulanus.

Amietophrynus mauritanicus
Amietophrynus mauritanicus. Casablanca. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.
Malpolon monspessulanus
Malpolon monspessulanus. Casablanca. Foto: © Baudilio Rebollo Fernández.

Como anécdota, comentar que mientras hacía fotografías a la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), se me acerco una mujer y mediante gestos me preguntó si me la iba a comer, yo le intente explicar que no, que tan solo le iba a hacer fotos, y ella me preguntó si podía dársela para comérsela. Tras intentar explicarle que no podía, ella intentó darme a cambio de la culebra 1 dirham, estaba comprándome la culebra, y yo mediante gestos, tuve que volver a explicarle que no podía, por lo que al final le dí algo de comida propia para que no insistiera en comprarme la culebra, y así fue. Tras alejarse yo pude esconderme y soltar a la serpiente en un lugar seguro.

Desconozco si es habitual en esas zonas comer serpientes y que tipo de serpientes, puesto que allí abundan especies como la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), u otras como la víbora del Magreb (Daboia mauritanica).

9 respuestas a «Abril 2012 – Marrakech – Tiznit – Sidi Ifni – Guelmim – Tan Tan – Tarfaya – Guelmim – Assa – Aouinet Torkoz – Casablanca»

  1. Qué animales más increíbles!
    Dasypeltis, un género tan interesante…que emoción haberla visto…y encima varias! jajajaja

    La Bitis, la Cerastes vipera, los gecos….muy chulosssss

    Increíble esa gran Telescopus! y qué bonita la zona apical de la lengua blanca

    Muy curiosa la historieta de la culebra bastarda y la mujer ofidiofaga…jejeje

    Enhorabuena como siempre por todas las observaciones y experiencias

  2. Me parece muy interesante pero yo tengo una duda mas concreta que no me resuelve.Yo quisiera saber si estas especies existentes el esta zona de Labyar, Guelmin, hacen peligroso el hecho de dormir en jaima. Quiero saber si son venenosas o peligrosas estas especies por algún motivo. Gracias.

    1. Algunas especies de serpientes son venenosas y potencialmente muy peligrosas en caso de picadura al ser humano. Pero las personas las llevan matando durante miles de años y se han vueltos seres muy «tímidos» y esquivos y probablemente nunca veas una serpiente venenosa allí salvo que las busques a conciencia. Los cazadores de serpientes de la zona suelen dormir a la intemperie, sobre una esterilla, ¡para que te hagas una idea! Más miedo podrían darte las especies de escorpiones de la zona, pero dudo que tengas la mala suerte de que entren en tu jaima. Personalmente he dormido decenas de veces en esas zonas y nunca he visto escorpiones o serpientes debajo de la tienda. Creo que no tienes nada que temer. Si encuentras en tu viaje alguna especie de reptil o anfibio no dudes en enviarnos una foto para su identificación. Saludos

    2. Hola María Dolores! pues como te dicen los compañeros…en esas zonas habitan serpientes venenosas, pero siempre tratan de huir de lugares concurridos y es poco probable encontrarse con una. Hay que tener unos cuidados básicos como hay que tenerlos en cualquier lugar, sea población o sea campo. Como te sugieren, si quieres dormir totalmente tranquila puedes revisar la jaima para asegurarte de que no hay ningún bichillo (en los rincones de esta, bajo las esterillas, etc…). También piensa que allí duermen muchas personas y no parece que los accidentes sean cosa habitual.
      Que disfrutes de un mágico viaje, jeje.

      Si quieres revisar algunas de las especies de serpientes venenosas de Guelmim, por ejemplo, puedes verlas en nuestras fichas:
      Estas son dos de las más notorias y conocidas de la zona:
      – Cobra norteafricana: http://www.moroccoherps.com/ficha/Naja_haje/
      – Víbora bufadora: http://www.moroccoherps.com/ficha/Bitis_arietans/

      Pensemos que el encuentro con un reptil norteafricano puede ser una experiencia bonita y excitante, jeje, son curiosos y bellos.
      Si quieres saber algo más, pregunta de nuevo, jeje. Saludos

  3. Durmiendo en el desierto, bajo mi tienda sólo he visto alguna araña grande (gen. Eusparassus) y carábidos que acuden a la humedad que se condensa bajo (no «dentro de») la tienda, en concreto, bajo la capa de plástico en contacto con la arena. En jaima nunca he encontrado nada, aunque tengo siempre la precaución de revisar bajo esterillos y, a la mañana siguiente, dentro de mis botas antes de ponérmelas…

    1. Yo tambien reviso la botas antes de meter el pie! Pero nunca he encontrado nada dentro… Ja ja ja… Estoy de acuerdo en que pueden ser más problemáticos los escorpiones, por su pequeño tamaño, su abundancia y su ‘menor inteligencia’, que las serpientes. De todas formas, de las más de 30 especies de escorpiones presentes en Marruecos, pocas tienen un veneno neurotóxico lo suficientemente potente para causar problemas a un humano adulto sano.

      En Marruecos los centros de salud atienden de media unas 1500 picaduras de escorpión al año, de las que el 93% muestran solo síntomas locales (inflamación, dolor, etc.) que desaparecen solos al poco tiempo. El 6,9% de los casos presentan hipersudoración, náuseas, vómitos, diarrea e hipertensión y requieren una atención médica, y solo el 0,1% presentan fallo cardio-respiratorio y muerte. Pero el 90% de las muertes causadas por picadura de escorpión en Marruecos son niños menores de 10 años.

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