Par Raúl León Vigara
Psammophis schokari. Assa. Photo: © Raúl León
Psammophis schokari
Carte de répartition de
Psammophis schokari
au Maroc.
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Pour citer cette page :
Raúl León Vigara (2013): Psammophis schokari (Forsskål, 1775). Au: Martínez, G., León, R., Jiménez-Robles, O., González De la Vega, J. P., Gabari, V., Rebollo, B., Sánchez-Tójar, A., Fernández-Cardenete, J. R., Gállego, J. (Eds.). Moroccoherps. Amphibiens et reptiles du Maroc et au Sahara occidental.
Disponible à www.moroccoherps.com/fr/ficha/Psammophis_schokari/. Version 27/01/2013. Consulté le 16 Dec 2019.
Pour citer www.morocoherps.com en comme un tout :
Martínez, G., León, R., Jiménez-Robles, O., González De la Vega, J.P., Gabari, V., Rebollo, B., Sánchez-Tójar, A., Fernández-Cardenete, J.R., Gállego, J. (Eds.). Moroccoherps. Amphibiens et reptiles du Maroc et Sahara occidental.
Disponible à www.moroccoherps.com. Consulté le 16 Dec 2019.
A partir de los análisis genéticos realizados con muestras de Psammophis schokari a lo largo de su distribución conocida se ha indicado que forman un grupo monofilético integrado por cuatro linajes (Marruecos y Sahara Occidental, Mauritania, Israel y Argelia) siendo los clados más distantes genéticamente el de Marruecos y Sahara Occidental con el de Argelia (Rato et al., 2007). Estos estudios también muestran que los diferentes patrones de coloración descritos para esta especie en Marruecos y Sahara Occidental no reflejan divergencia filogenética, sino que más bien responden a una adaptación al entorno.
Se trata de una culebra con una forma corporal marcadamente alargada y esbelta. Generalmente suele alcanzar una longitud en torno a los 80-110 o 120 cm (Gruber, 1993; Schleich, 1996; Trape y Mané, 2006).
La coloración y librea es muy variable, existiendo individuos con diseño rayado e individuos con diseño liso de diferentes coloraciones, estableciéndose incluso patrones de coloración determinados. Además, normalmente, la coloración de animal le proporciona una muy buena capacidad de camuflaje en el medio en el que habita.
Según Bons y Geniez existen 3 patrones de coloración:
La forma rayada, en la cual el animal muestra un diseño muy bello y contrastado al exhibir bandas longitudinales de un color más oscuro que la coloración base del cuerpo. Comúnmente la coloración base es beige o amarillenta, y las bandas son marrones con algunos bordes negros en determinados márgenes de estas. Las bandas se extienden sobre la cabeza del animal. El vientre suele ser de color claro uniforme con una banda longitudinal central de color oscuro.
Subadulto, forma rayada. Izquierda: El Jebha. Derecha: Issafen. Fotos: © J. P. González de la Vega.
Detalle cabeza, subadulto, forma rayada. El Jebbha. Fotos: © J. P. González de la Vega.
En la forma unicolor la serpiente presenta habitualmente un color beige, amarillento, marrón, marrón anaranjado o rojizo, grisáceo, uniforme en todo el dorso. El vientre es de color blanco en esta forma, aunque puede aparecer una banda ancha de pigmentación oscura más o menos patente.
Iquierda: Subadulto, forma unicolor. Guelmim. Foto: © J. P. González de la Vega. Derecha: Subadulto, forma unicolor. Tazenakht. Foto: © Raúl León.
Izquierda: Subadulto, forma unicolor. Detalles. Sidi Ifni. Derecha: Subadulto, forma unicolor. Tazenakht. Fotos: © Raúl León.
La forma del Sáhara occidental generalmente presenta un patrón dorsal punteado débilmente marcado o ausente. El diseño podría describirse como una banda dorsal ancha de un color levemente más oscuro que las zonas laterales del cuerpo y que está delimitada por un borde a cada lado formado por una línea de puntos de pigmento oscuro, negro habitualmente. Suele intuirse en la línea media dorsal una delgada banda de color más claro al del resto de la banda dorsal.
Izquierda: Subadulto. Smara. Derecha: Juvenil. Tarfaya. Fotos: © Raúl León.
Izquierda: Adulto, detalle. El Aaiún. Derecha: Adulto, El Aaiún. Foto: © Raúl León.
Las 3 formas o libreas descritas cohabitan y se entremezclan a lo largo de la geografía de la zona de estudio, haciendo cada encuentro con esta especie sumamente interesante.
En las 3 formas de coloración aparece en la cabeza una banda pre y postocular más o menos marcada así como dibujos oscuros sobre las escamas cefálicas (supraoculares, frontal, parietales), siendo esta característica menos marcada u ocasionalmente ausente en la forma unicolor. Además está banda ocular actúa como límite por la parte superior para la coloración dorsal y en la parte inferior para la coloración ventral, siendo así las escamas labiales de un color más claro que el dorsal.
La cabeza es alargada, estrecha y poco diferenciada del cuello. Las escamas labiales, más frecuentemente las supralabiales, pueden ser de un color claro inmaculado pero habitualmente están salpicadas de pequeñas manchas, anaranjadas en general, o punteaduras de pigmento oscuro, negro habitualmente. Los ojos son proporcionalmente grandes, lo cual le confiere una mirada de animal atento, muestran pupila redonda y el color del iris es muy parecido a los colores corporales.
Subadulto, detalle. Smara. Foto: © Raúl León.
Los machos alcanzan una longitud mayor que las hembras (Schleich, 1996).
Esta especie es ovípara, las hembras fecundadas depositan de 5-6 huevos (Schleich, 1996).
La dentición de esta especie es opistoglifa, es decir, tiene pequeños dientes situados en una posición retrasada en el maxilar superior , más o menos situados bajo los ojos, surcados por un canal que la capacita para inocular veneno, no obstante, está considerada como no peligrosa para las personas (Trape y Mané, 2006). Además, esta especie no suele morder como defensa, usando esta estrategia defensiva en casos extremadamente raros (R. León, obs. pers.).
Es una serpiente que desarrolla su actividad durante el día, aunque parece mostrar cierta actividad crepuscular y nocturna en los meses más calurosos principalmente. Tiene una actitud muy atenta y reacciona muy rápidamente ante cualquier estimulo o perturbación. De movimientos extremadamente rápidos, puede ser considerada como el ofidio más veloz en huída de la zona de estudio. Repta con gran rapidez y habilidad tanto sobre sustratos arenosos como rocosos y es muy hábil trepando sobre vegetación.
Busca a su presa activamente o puede permanecer inmóvil observando el entorno hasta que avista una posible presa y va en su búsqueda. Cuando atrapa a la presa, le inocula veneno con sus colmillos traseros para paralizarla e iniciar el proceso digestivo en esta. Si la presa es voluminosa suele tratar de controlarla o inmovilizarla enroscándose alrededor de ella con varios anillos de su cuerpo.
Psammophis schokari y otras especies de la misma familia suelen adoptar una posición “vigilante” para examinar el terreno
circundante en busca de posibles presas. Juvenil. Tarfaya. Foto: © Raúl León.
Se alimenta en un porcentaje elevado de saurios como lagartijas de arena del género Acanthodactylus, agamas, gecos y eslizones (Schleich, 1996). Hemos podido observar que en la zona de estudio se alimentan de crías y juveniles de lagarto de cola espinosa marroquí (Uromastyx nigriventris), hecho que hemos comprobado en dos ocasiones en la zona de Assa (R. León, obs. pers.; G. Martínez del Mármol, com. pers.). El espectro alimenticio de esta especie incluye también pequeños mamíferos como roedores y aves (Gruber, 1993; Schleich, 1996; Trape y Mané, 2006).
Bucerrig (Psammophis schokari) tras capturar una salamanquesa común (Tarentola mauritanica):
la sujeta con la boca y con varios anillos de su cuerpo. Agadir. Foto: © Hazel Skeet.
Ante cualquier peligro o amenaza huye muy rápidamente ocultándose bajo rocas o en la vegetación. Como se indicó anteriormente, esta especie ni si quiera muerde al ser atrapada, tan sólo intenta morder ante una amenaza en caso realmente raros o excepcionales.
Esta especie se encuentra ampliamente distribuida en la zona de estudio, estando presente en la mayor parte de Marruecos y Sahara occidental, y ausente únicamente en algunos puntos norteños del territorio y poco más (Bons y Geniez, 1996). Su distribución global también es extensa, ya que desde África llega hasta India, mostrando una distribución saharo-sindiana (Marx, 1968; Le Berre, 1989).
Esta adaptable espacie ocupa muy diferentes tipos de hábitats, lo que queda reflejado en su amplia distribución, tales como laderas rocosas cubiertas de vegetación, incluso de porte arbóreo, zonas rocosas con arbustos o prácticamente desprovistas de vegetación, planicies áridas, ecotonos o límites entre ecosistemas de dunas y desiertos de rocas, zonas saharianas, zonas antropizadas como proximidades de ruinas de casas abandonadas y zonas de cultivo, etc. Llega a alcanzar los 1900 de altitud en el Atlas (P. Roux).
Ejemplos de hábitat de Psammophis schokari (de arriba a bajo): medio Atlas, Errachidia, Smara.
Fotos: © Raúl León.
El bucerrig es un ofidio bien distribuido y podríamos decir que relativamente frecuente en la zona.
Es posible que la mayor causa de mortalidad para esta especie esté representada por los atropellos en carretera. Una causa de pérdida de efectivos igualmente importante parece ser la muerte en infraestructuras para la acumulación de agua y similares, donde queda atrapada frecuentemente, pereciendo principalmente a causa de ahogamiento o inanición. Otras causas que podrían afectar al buen estado de las poblaciones pueden ser las muertes directas a manos de las personas, por confundirla con una serpiente potencialmente peligrosa o por animadversión y desgraciadamente las posibles capturas para el tráfico y venta de animales con fines generalmente relacionados con la terrariofilia.
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