Por Raúl León.
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La emoción nos envuelve cada vez que surge la posibilidad de viajar al norte de África. Con ilusión y muchas ganas nos citamos Baudilio Rebollo, Alejandro Fraile y Raúl León, para caminar entre rocas, arena y acacias. Aquí os dejamos una representación fotográfica. Hemos querido mostraros a los animales tanto en detalle como enmarcados en los lugares donde habitan, para que podáis revivir junto a nosotros este emocionante viaje.
La ilusión que cada encuentro con estos seres vivos desata en nosotros es lo que nos hace querer regresar siempre al encuentro de estas criaturas. Todos volvimos a casa habiendo visto alguna especie que aún no habíamos tenido el privilegio de observar. En el norte de África las sorpresas nunca se acaban.
La estrategia era bajar por la zona costera hasta el punto más hacia el sur a visitar, Smara, y una vez allí, subir tranquilamente por la costa para tener la posibilidad de ver algunas de las especies más emblemáticas. Antes de llegar a Smara paramos en algunos lugares agradables para nosotros donde tuvimos interesantes vivencias.
En una de nuestras primeras paradas vimos unos movimientos entre los matorrales. Resultaron ser una pareja de tortugas moras (Testudo graeca). El macho perseguía insistentemente a la hembra en un “ritual” que consistía en dar golpes con su caparazón en el de la hembra. Ella no tenía los mismos planes que él y continuó su camino. En la región de Agadir aparece el primer ofidio, una culebra bastarda adulta de suaves tonos (Malpolon monspessulanus).
Sentimos gran ilusión al encontrar la siguiente especie de ofidio, ya que para nosotros es una de las más impresionantes del norte de África. Se trataba de un juvenil de bello diseño y con la cola amarilla de víbora del Magreb (Daboia mauritanica). Pudimos ver también un par de ejemplares de culebra viperina (Natrix maura) y un bello roedor con líneas doradas sobre la zona dorsal.
Continuamos nuestro viaje hacia el sur, pero antes paramos en la región de Tan Tan. Allí por la noche pudimos ver los primeros gecos elegantes del norte (Stenodactylus mauritanicus) y una culebra cavadora (Lythorynchus diadema) que nos emocionó, pues no la esperábamos en esta zona. Pudimos ver también un inusual gorgojo.
Dentro de un grupo de dromedarios, nos topamos con uno especialmente amigable que permitió a Budi y Alex acercarse mucho.
Cuando alcanzamos la zona sahariana de Smara nos ilusionamos de nuevo, ya que el primer reptil que vimos en la zona fue una fascinante víbora de arena (Cerastes vipera), uno de los reptiles del norte de África mejor adaptado a vivir en desiertos de dunas. Estaba tan bien camuflada que no reparamos en su presencia hasta que uno de nosotros pisó a su lado y la serpiente comenzó a rozar las zonas laterales de su cuerpo entre sí produciendo un sonido estridente (estridulación) a modo de advertencia. Este sonido disuasorio tan claro hizo que nos retirásemos rápidamente y de forma refleja e inconsciente de la proximidad del ruido, seguidamente al ver este ofidio saltamos de alegría. Pudimos observar más reptiles de actividad nocturna como la gran salamanquesa de la cruz (Tarentola annularis), varios de los bellos gecos de Petrie (Stenodactylus petrii) que corrían por zonas arenosas entre rocas, geco cantor (Tropicolotes algericus), salamanquesa común (Tarentola mauritanica), etc. También encontramos algo que nos apenó, una gran víbora cornuda del Sáhara (Cerastes cerastes) recién atropellada.
Localizamos en unos riscos altos sobre la arena un posadero de seguramente un Buho real del desierto (Bubo (bubo) scalaphus) con restos de huesos de mamíferos de buen tamaño.
Al día siguiente pudimos ver un par de culebras corredoras de arena o bucerrig (Psammophis schokari) y una falsa cobra (Rhageris moilensis). Quedamos muy satisfechos con estos encuentros.
Comenzamos a subir hacia el norte por la costa.
Al atardecer, en la región de Tarfaya apareció una culebra de cogulla muy bonita (Macroprotodon sp.). Por la noche encontramos gecos elegantes del norte (Stenodactylus mauritanicus), gecos de casco (Tarentola chazaliae) y una impresionante culebra bastarda (Malpolon monspessulanus saharatlanticus), un macho adulto de buen tamaño con el diseño típico del sur de Marruecos. Pasada la media noche nos llevamos una gran sorpresa, algo que no sospechábamos y que nos emocionó durante todo el viaje. De repente, algo cruzando la carretera y al aproximarnos vimos emocionados que se trataba de un chacal. Se quedó quieto y nos observamos mutuamente, nosotros estabamos fascinados, y finalmente se alejó corriendo. Una gran experiencia.
Amanece y nos encontramos una escena con gracia cuando no tienes prisa: un dromedario tendido justo en el centro de la carretera. Por mucho que te acerques con el coche no se levanta, incluso se puso a rascarse contra el asfalto. Pasamos por Tan Tan de nuevo en nuestro itinerario de subida y tras un intenso muestreo en una zona arenosa muy cercana al mar encontramos un par de eslizones de arena occidentales (Chalcides sphenopsiformis). Uno de nuestros objetivos principales en esta zona era la culebra africana de las casas (Boaedon fuliginosus). Encontramos también una buena cantidad de sapos verdes norteafricanos (Bufotes bolulengeri) y tras mucho buscar aparece esta serpiente de escamas brillantes. Fue un gran momento.
Proseguimos y en nuestras expediciones por Tan Tan vamos encontramos más animales interesantes de todo tipo: un jerbo, una musaraña, una lagartija del grupo de especies Acanthodactylus pardalis, arañas (Argiope lobata), un geco magrebí (Saurodactylus brosseti), una agama común (Agama impalearis), un escorpión del género Hottentota, una mantis religiosa, etc. Fue curioso y a la vez preocupante que en la orilla de un precioso río flanqueado por un cauce pizarroso no se escuchaba de noche ni un solo canto de anfibio. El agua olía mal, a pesar de que el río corría olía como si estuviera estancada, a agua con alto contenido en fosfatos por vertidos.
Aunque insistimos muchas horas de búsqueda nocturna y empleamos diferentes métodos para localizar reptiles y anfibios no obtuvimos los resultados esperados, y es que la búsqueda de este tipo de fauna a menudo resulta dura y infructuosa, son animales muy misteriosos y cuya actividad no es predecible.
Al día siguiente en la región de Guelmim encontramos por la mañana una magnífica falsa cobra (Rhageris moilensis) juvenil con un diseño muy diferente a la que anteriormente pudimos ver en Smara. Está presenta marcas mucho más contrastadas. En la misma zona hallamos un geco elegante del norte (Stenodactylus mauritanicus). Uno de esos encuentros que duelen fue ver los restos de una cobra adulta de gran tamaño, sus numerosas vertebras y el cráneo con algunas escamas negras aún adheridas. A continuación pudimos ver una lagartija rugosa (Acantodactylus boskianus) y a los famosos y representativos escorpiones de cola gruesa del género Androctonus(probablemente Androctonus bicolor).
Por la tarde vivimos algo bastante bonito: encontramos una serpiente diademada del Magreb, y un grupo de habitantes del pueblo cercano se acercaron a nosotros con curiosidad. Siempre llama mucho la atención a cualquiera ver una serpiente y comenzó una comunicación mutua. En primer lugar indicaron que les siguiéramos, y aunque preguntábamos no nos quedaba claro donde nos querían llevar y qué querían mostrarnos. Tras una buena caminata nos señalaron las huellas que había dejado una gran serpiente en una zona arenosa. Es increíble como esta gente capta todos los detalles de su entorno. Allí estábamos con un grupo de personas siguiendo emocionados las huellas de una serpiente para ver si podíamos localizarla y verla. El rastro entraba y salía de varias madrigueras y fue imposible ver al animal. A continuación comenzamos a hablar sobre la serpiente que habíamos encontrado. Había una persona del pueblo que hablaba inglés y les expusimos que esta especie no era peligrosa, que no tenía sentido matarlas, más aún cuando son tan bonitas y tan beneficiosas para el campo al actuar como reguladoras de poblaciones de roedores. Esta persona que sabía inglés a su vez se lo iba explicando en su idioma al resto de personas allí presentes. Hicimos muy buenas relaciones y acabaron tocando a la serpiente y haciéndose fotos con ellas sin tenerle miedo. Igualmente estas personas saben que aunque esta especie en concreto no es peligrosa, allí habitan otras serpientes con las que hay que tener cuidado si uno las encuentra. Una más que buena experiencia con la gente del poblado. Más tarde nos encontramos con un marroquí que hablaba español, el cual se acercó a nosotros mientras fotografiábamos un Bulán (Eumeces algeriensis).
Por la noche encontramos en dos aljibes dos culebras de herradura. Una de ellas era de buen tamaño y flotaba en el agua a duras penas intentando no hundirse por llevar horas sin poder salir de allí, ya que las paredes verticales de varios metros se lo impedían. Atamos unas ramas a una cuerda y las bajamos hasta el agua. Con paciencia logramos que la serpiente se subiera a las ramas y la izamos suavemente para liberarla en el campo. Poco después encontramos en la misma situación a un juvenil de la misma especie que también logramos sacar del agua.
Estuvimos buena parte de la noche buscando insistentemente a la serpiente comedora de huevos (Dasypeltis sahelensis) pero no encontramos más actividad de reptiles. Sin embargo la noche se animó gracias a algunos artrópodos sumamente interesantes. Escorpiones del género Scorpio y una gran araña hembra del género Eresus.
Al día siguiente estábamos en la región de Sidi Ifni y allí, en un paisaje de euforbias autóctonas salpicado de chumberas encontramos una de las maravillas norteafricanas que ansiamos ver en cada viaje: nos referimos a la elegante e impresionante cobra norteafricana (Naja haje). Un juvenil de color amarillo llamativo levemente manchado de marrón con la característica cabeza y cuello negro. Os dejamos con unas imágenes del espléndido animal. También vimos dos grandes culebras de herradura de diferentes coloraciones y diseños.
Muy contentos por haber podido observar a esta impresionante especie de ofidio nos movemos en dirección al interior, hacia la zona de Assa, para intentar encontrar algunas de las especies más esquivas como el varano o la víbora de escamas aserradas. El primer reptil que localizamos es un individuo de culebra de herradura seguramente hibridado con culebra argelina (Hemorrhois algirus intermedius). Entre las piedras se soleaba una mesalina de anteojos (Mesalina guttulata). Encontramos una serpiente corredora de arena (Psammophis schockari). No está de más mencionar a los simpáticos burros que nos vamos encontrando por el camino.
Hacia el medio día y la tarde, a pesar del calor, se podían ver maravillosas manchas de colores en el paisaje. Se trataba de los pintados lagartos de cola espinosa (Uromastyx nigriventris).
Durante la noche buscamos muy activamente y pudimos ver todos estos interesantes animales:
En la madrugada aparece un vehículo todo-terreno y sus ocupantes nos llaman. Se trataba del alcalde del pueblo cercano y un amigo suyo. Nos preguntaban con curiosidad sobre lo que estábamos haciendo, pues ver a varias personas con linternas a esas horas caminando por parajes de piedra y acacias les llamaría la atención. Cuando les contábamos que estábamos buscando animales interesantes no enseñaban en sus móviles fotos de la fauna que ellos habían visto. Entre las fotos se incluían escorpiones y algunas de las serpientes más difíciles de encontrar de Marruecos. Ante dichas fotos nos sorprendíamos y comentábamos entre nosotros y ellos sonreían. Nos insistieron largo rato para que durmiéramos y comiésemos en sus casas. Unas personas extremadamente amables. Comprendieron que nos quedaban horas de búsqueda y nos dijeron que la próxima vez que fuéramos por allí debíamos ir a su casa. Su hospitalidad no tiene límites.
La meteorología comienza a cambiar y comienza a hacer frío y viento. Por la noche en la zona de Tazenakht localizamos un par de mudas de ofidio y algunas arañas.
Tras haber visto tantísimas maravillas en tantos lugares diferentes regresamos contentos a la Península Ibérica pensando ya en cuando podremos hacer el próximo viaje al norte de África.
Agradecimientos: Siempre hay unos agradecimientos especiales para nuestras familias y para la gente de moroccoherps, en los cuales pensamos cada vez que vemos un reptil o anfibio.
Nuevo trip report: Octubre 2013 – Hacia el sur
http://t.co/0bZcS9d8Ly http://t.co/Y2UHhTHUOQ
Moroccoherps: Octubre 2013 – Hacia el sur) http://t.co/WnmlZm7Lhg
Great trip and great photographs!
Muy bueno Raúl! ha sido muy agradable volver a esos momentos 😉 por cierto! el escorpión marrón es el Androctonus amoreuxi, por aquella zona si no mal recuerdo el único Androctonus de color pardo es ese… y la Eresus es la antigua Eresus niger, ahora Eresus cinabberinus 😉 la única cosilla que no conozco por ahi es la Eusparassus, que de hecho no creo que sea el mismo género, pero si la familia que mencionas, se hace evidente por la morfología (patas largas y cuerpo «pequeño» en relación a sus extremidades) me pondré a estudiar todas las especies de escorpiones de la zona para cuando vuelva en julio! muchas gracias por el trip, ha sido sensacional leerlo! 😀
Octubre 2013 – Hacia el sur: http://t.co/HUzLIQUlwp vía @moroccoherps
Flipante el reportaje, historia increible y fotos aun mas increible…
IMPRESIONANTES FOTOS!! Enhorabuena por el viaje y por haber contemplado tanto… Me han gustado especialmente cerastes vipera, el petrii limpiándose el ojo, el geco del norte y la cobra norteafricana amarilla y negra entre otros muchos.
Me ha gustado la anécdota de la gente del pueblo que se os acerca y finalmente terminan tocando la serpiente… ahí, creando conciencia jeje
Espectacular este trip report. Es como volver a saborear Marruecos con cada una de las líneas que con tanto cariño podemos leer y con cada una de las imágenes que, personalmente, me encantan y me emocionan. Gracias por hacernos viajar de nuevo entre dunas, serpientes y lagartos!!! Espero que disfrutaseis en grande! Un abrazo!
me parece un report genial,aparte de lo que disfrutais, nos haceis viajar un poquito con vosotros al adentrarnos en esos parajes poco conocidos por los que nos ayudais a conocer esos maravillosos animales que de otra manera seria dificil disfrutarlo.Las fotos son espectaculares al igual que los protagonistas.
Un saludo y os animo para la próxima.
Muy bonita la ultima foto 🙂 Las otras no tienen desperdicio científico y tampoco artístico . Sois un equipo fantástico chicos . Me encanta mirar vuestro trabajo . Os deseo descubrimientos y experiencias maravillosas , así nosotros también disfrutamos vuestro trabajo . Un abrazo.
Fantásticas las fotos y supongo que toda la experiencia. Felicitaciones!!!
Que viaje mas guapo y que envidia me dais,yo me conformo con andar por la Peninsula,anda que no me gustaria ir por ahi,un abrazo.
Octubre 2013 – Hacia el sur: http://t.co/oiVLgoSBWd vía @moroccoherps Buenisimo
Guau!! Brutal!! con razón estabas deseando volver a Marruecos…que pasada!! 😉
Las fotos increibles también! 😀
Simplemente impresionante, tanto por la cantidad de especies como por la calidad de las fotos, que ha mejorado sensiblemente en este viaje, enhorabuena!
Y aunque alguno que conozco se llevará las manos a la cabeza y con perdón de cobras, víboras y demás escamosos, me quedo sin duda con esa espectacular hembra de Eresus! Que brutalidad de bicho guapo! Nunca he tenido la suerte de ver una, machos sí, pero hembras nunca!
Estimado Raul, enhorabuena! Sin duda un magnífico reportaje. Claro una diferencia abismal con Guáquira. Estás siempre invitado a regresar. Extendiendo la invitación a tus amigos, por supuesto. Un caluroso saludo desde Venezuela!
Carlos Rivero Blanco
Se me olvidó decir que el solífugo gigante es un Galeodes olivieri! 😉
ALUCINANTE. Qué barbaridad de viaje y de fotos. Qué cantidad de fotos buenísimas. Podrías hacer un libro con todas las que teneis de la zona. Me gustan muchísimas, especialmente aquellas en las que los animales aparecen integrados en el contexto de su habitat. Creo que son muy poderosas pòrque se alejan de la clásica colección de ejemplares para enriquecer mucho la imagen de la especie contándonos donde vive.
También me gustan mucho las de los ojos de los gecos que son bellísimos, como el que se está lamiendo el ojo.
ENHORABUENA!!
Buahhh!!…fotos impresionantes y majestuosas. Me ha encantado teletransportarme con ustedes por unos momentos en mi imaginación a esos lugares.
Deseo que podais seguir haciendo estos viajes y que continueis publicando estos maravillosos ejemplares.
Si señor!, cuando las personas ponemos corazón en lo que hacemos el resultado es este. Enhorabuena a todos equipo!!!. Y un saludaco Raul. 😉
Excelente trabajo Raúl…felicitaciones.
LOVE reading your blog………….don’t get bitten!