Por Gabriel Martínez del Mármol Marín, Marco Sassoe y Baudilio Rebollo Fernández.
[wpgmappity id=»5″]
El 16 de agosto de 2013, nos encontramos los tres en el aeropuerto de Menara de Marrakech para empezar un viaje herpetológico de dos semanas que nos llevaría desde el calor extremo del árido desierto del Sahara Occidental a las praderas verdes de las montañas del Medio y Alto Atlas. Budi y Marco habían comenzado su viaje independientemente un poco antes, y nos reunimos en el hall del aeropuerto, donde todo el mundo parece estar esperando a alguien. La presentación fue breve, ya que estaba oscureciendo y habíamos planeado ir a la región de Agadir esa noche. En el camino Budi nos enumeró las especies que había encontrado en los dos días anteriores: diferentes anfibios (Hyla meridionalis, Discoglossus scovazzi, Amietophrynus mauritanicus, Pelophylax saharicus) y reptiles (Natrix maura, Hemorrhois hippocrepis), y muchas garcillas bueyeras (Bubulcus ibis).
En Agadir encontramos algunas de las especies más típicas de Marruecos: una tortuga (Testudo graeca), um geco de Agadir (Saurodactylus brosseti), varios bulanes (Eumeces algeriensis), salamanquesas comunes (Tarentola mauritanica), culebra viperina (Natrix maura), culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) y víbora del Magreb (Daboia mauritanica).
Después de una noche sin dormir por estar haciendo fotos a estas especies, condujimos hacia Guelmim. A mitad de camino hicimos una breve parada, donde rescatamos una culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis) y una bucerrig (Psammophis schokari) de aljibes. La gente local nos rodeó rápidamente mostrando gran admiración por el modo en que manejábamos las serpientes. Esta gente sentía mucha curiosidad por lo que estábamos haciendo, ellos no distinguen entre serpientes venenosas y no venenosas y se mostraban aterrorizados con cualquier serpiente. Tuvimos que insistir mucho antes de convencerlos para que tocasen la inofensiva culebra de herradura.
En Guelmim pillamos una habitación en un hotel y descansamos. Al anochecer hicimos una pequeña excursión por un río. La temperatura era óptima, no había viento y parecía una noche perfecta para ver herpetos, pero en seguida nos dimos cuenta de que había muy poca actividad: nosotros solo vimos dos de las especies más típicas de la costa Atlántica de Sur de Marruecos: una agama común (Agama impalearis) y un eslizón moruno (Chalcides polylepis). Después decidimos ir a Sidi Ifni, donde encontramos una gran (170 cm) culebra de herradura atropellada (Hemorrhois hippocrepis) y la mayor sorpresa del viaje: una serpiente comedora de huevos del Sahel (Dasypeltis sahelensis), que había sido recientemente atropellada por un coche. Esta serpiente está especializada en alimentarse de huevos de aves y su actividad anual se cree que está muy restringida a la época de reproducción de los pájaros. Se la encuentra frecuentemente en primavera (marzo-junio) y otoño, y no esperábamos observar esta especie en la época más seca y cálida del año. Marruecos está siempre lleno de sorpresas, y cada vez que viajamos a este país nos damos cuenta de cuanto nos falta por aprender de estos animales.
Al día siguiente dejamos Guelmim rumbo a la región de Tantan. De camino rescatamos un par de culebras de herraduras (Hemorrhois hippocrepis), un bulán (Eumeces algeriensis) y algunos sapos verdes (Bufotes boulengeri) de aljibes. La temperatura era muy alta y no había actividad, ni siquiera de agámidos, que disminuyen mucho su periodo diario de actividad en agosto.
En Tantan pudimos ver una Acanthodactylus boskianus antes de recibir el primer jarro de agua fría del viaje: un adulto de cobra norteafricana (Naja haje) que encontramos muerto. Después acudimos a unas dunas cercanas para buscar marcas de ofidios aunque no encontramos ninguna. De noche encontramos algunos invertebrados y algunas especies típicas de gecos (Tarentola chazaliae, Stenodactylus mauritanicus), pero avanzaba la noche y seguíamos sin ver rastros de serpientes por lo que decidimos acampar.
Después condujimos al sur hacia el Sahara Occidental donde nuestra suerte cambió y pudimos ver algunas interesantes especies de reptiles desérticos: salamanquesas de la cruz (Tarentola annularis), dos víboras de la arena (Cerastes vipera) y una gran víbora cornuda (Cerastes cerastes), que a pesar de su enorme tamaño mostraba un impresionante diseño de tonos gris-arena más característico de los juveniles.
Después de una exhaustiva sesión de fotos, continuamos el viaje y justo entrando en la ciudad de Smara volvimos a sufrir un varapalo al encontrar un adulto atropellado de varano (Varanus griseus), probablemente muerto unas horas antes. Esta especie es uno de los reptiles más perseguidos del Norte de África. La convicción de que el simple olor del varano ahuyenta serpientes, escorpiones y otras “alimañas” ha conllevado la desaparición de muchas de sus poblaciones. La gente local todavía captura estos grandes lagartos para usar su piel o cráneo como amuleto. La región de Smara es posiblemente uno de los mejores sitios para ver esta especie, y dejando atrás esta zona pensábamos también que dejábamos atrás las mejores opciones de ver esta especie viva en el viaje.
Hasta el Aaiún, la actividad era baja (¡porque la temperatura era muy alta!) y solo pudimos ver algunos individuos de agama de Bohme (Trapelus boehmei). Estaba anocheciendo cuando llegamos al Aaiún, y pronto pudimos ver una serpiente del género Hemorrhois con un interesante diseño.
De camino a Tarfaya, paramos para explorar zonas arenosas donde pudimos ver algunas especies interesantes: varias salamanquesas comunes (Tarentola mauritanica), 7 culebras de cogulla (Macroprotodon sp.)y a pesar de la gran cantidad de rastros de víbora de la arena (Cerastes vipera) solo pudimos ver un ejemplar allí. Este tenía colores muy diferentes en comparación con los dos especímenes observados en Smara: una inolvidable experiencia ver tanta variedad de diseños y colores en esta especie en un espacio tan corto de tiempo.
Descasamos unas horas dentro de las tiendas de campaña del cansancio y los mosquitos, y por la mañana iniciamos nuestra regreso a la ciudad de Tantan. De camino pudimos ver otra culebra de cogulla (Macroprotodon sp.), algunos sapos (Bufotes boulengeri, Barbarophryne brogersmai), y un geco de casco (Tarentola chazaliae). Entonces llegó posiblemente el peor momento del viaje: encontramos otro adulto de cobra norteafricana (Naja haje). Este individuo había sido asesinado poco antes de nuestra llegada, y mostraba lesiones causadas probablemente por piedras. La cara más cruda del conflicto entre las serpientes y las personas estaba frente a nuestros ojos. Intentamos animarnos pensando que muchas otras cobras vivirían en zonas remotas donde habrían depositado sus puestas asegurando la supervivencia de esta especie tan perseguida por el hombre.
Después comenzamos la vuelta a Guelmim, y acampamos en una zona de desierto pedregoso. A la mañana siguiente tuvimos la oportunidad de observar algunos de los habitantes de las zonas áridas entre Guelmim y Tantan. Estas áreas son “mágicas” ya que diversos factores hacen posible la coexistencia en simpatría estricta de animales de diversos orígenes. En una pequeña área encontramos animales de típicos de entornos áridos como los lagartos de cola espinosa (Uromastyx nigriventris), los gecos elegantes (Stenodactylus mauritanicus), las culebras diademadas (Spalerosophis dolichospilus) y las falsas cobras (Rhagerhis moilensis), junto a típicos herpetos mediterráneos, como los bulanes (Eumeces algeriensis) y las culebras de herradura (Hemorrhois hippocrepis). Las culebras de herradura son especialmente variables en folidosis, diseño y color en estas zonas, y encontramos ejemplares con la «típica» coloración con otros más rojizos u oscuros. Nuestra búsqueda finalizó debido a una fuerte tormenta de arena que nos obligó a volver al coche para evitar que se dañase nuestro equipo fotográfico.
Tomamos una ducha en un hotel de Guelmim, dejamos las maletas y al anochecer nos fuimos a conducir por la zona donde habíamos visto la Dasypeltis sahelensis justo unos días antes. Desafortunadamente en nuestro “carrileo” no hubo éxito: nada de serpientes, mamíferos o invertebrados, absolutamente nada. Así que fuimos a la zona de costa para probar suerte cerca de Sidi Ifni, donde la temperatura era más baja. No tardamos mucho en encontrar un subadulto de víbora bufadora (Bitis arietans) en la mitad de la carretera. Estaba “intacta” y probablemente había sido atropellada poco antes. Condujimos un poco más y en poco tiempo encontramos un gran adulto de la misma especie, el cual había sido igualmente atropellado. Estábamos sorprendidos de ver como cambia la actividad de un área a otra, y nos apenaba no haber podido quitar de la carretera a tiempo esas dos Bitis. Antes de dormir visitamos un pequeño arroyo donde pudimos fotografiar algunas ranas (Pelophylax saharicus) y sapos (Amietoprhynus mauritanicus).
Al día siguiente condujimos de Guelmim a la zona de Assa, disfrutando de los espectaculares paisajes de las montañas del Anti Atlas. En Assa encontramos algunas salamanquesas del Draa (Tarentola boehmei), un macho de agama común (Agama impalearis), y un agama de Bohme (Trapelus boehmei). Entonces pudimos ver un poderoso varano del desierto (Varanus griseus). Al aproximarnos al animal, este reaccionó defensivamente dando latigazos con la cola y mordiendo el guante con fuerza, y tras sacar la mano del guante su propietario como pudo, el varano lo zarandeó con agresividad. Lo tuvo enganchado durante algunos minutos, consiguiendo atravesar una de las dos capas. Estos guantes están diseñados para manejar serpientes venenosas y no esperábamos que el varano pudiera atravesarlos! Habíamos subestimado la fuerza de sus mandíbulas, diseñadas para matar a sus presas: vertebrados de pequeño y medio tamaño. Después de muchas fotografías el animal volvió al reg donde vivía.
De Assa condujimos a Tata, y a medida que oscurecia teníamos esperanzas de ver animales en la carretera, pero no vimos nada. ¡Agosto es desolador! En Tata acampamos y usamos las pocas energías que nos quedaban para una expedición final, durante la cual encontramos algunos gecos (Tarentola boehmei, Tropiocolotes algericus), un eslizón ocelado (Chalcides ocellatus) y un extraño individuo morfológicamente parecido a Hemorrhois hippocrepis (Hemorrhois algirus intermedius…).
Al día siguiente condujimos hacia Taroudant. De camino, aparte de los espectaculares paisajes, solo pudimos ver un agama común (Agama impalearis) y una culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis). En el Valle del Souss, hicimos algunas breves paradas donde pudimos observar algunos anfibios (Pelophylax saharicus, Amietoprhynus boulengeri), agamas comunes (Agama impalearis), una tortuga (Testudo graeca), un eslizón moruno (Chalcides polylepis) y una culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis).
Estaba anocheciendo e hicimos un esfuerzo por conducir hasta la zona de Agdz. Anocheció de camino pero no encontramos ningún tipo de animal en la carretera. Llegamos a Agdz tarde pero con buena temperatura, así que cenamos algo, montamos las tiendas de campaña y fuimos a explorar un oasis cercano lleno de palmeras (palmeraie). Encontramos algunos gecos (Saurodactylus brosetti, Tarentola boehmei, Ptyodactylus oudrii) y una preciosa víbora cornuda (Cerastes cerastes) que pasaba perfectamente desapercibida entre el sustrato.
A la mañana siguiente condujimos hasta la zona de Erfoud. De camino vimos un lagarto de cola espinosa (Uromastyx nigriventris) y una víbora cornuda, ambos atropellados.
Fuimos directamente al hotel de Merzouga. Estaba en mitad de las dunas y tenía una piscina que nos ayudó en nuestro periodo de descanso de dos días después de tantos días por el árido desierto. Solo abandonábamos el hotel por la noche. La primera noche la empleamos en recorrer los alrededores de Erfoud, donde pudimos ver algunos anfibios (Pelophylax saharicus, Amietoprhynus mauritanicus), gecos (Stenodactylus petrii, Tarentola deserti) y dos víboras cornudas (Cerastes cerastes). La segunda noche la dedicamos a la zona de Taouz. Teníamos esperanzas de ver víboras de la arena (Cerastes vipera) o el rarísimo Scincopus fasciatus, pero aquella noche solo vimos algunos gecos (Stenodactylus petrii, Tarentola deserti), y los siempre presentes escorpiones. Es de destacar que los dos días que estuvimos en Merzouga tuvimos tormentas de arena los dos días durante las horas diurnas, aunque al anochecer las condiciones parecían perfectas. Esa última noche, antes de ir a nuestro hotel, fuimos a buscar un lugar donde poder conseguir cervezas. Aparcamos el coche y escuchamos ranas croando. Descubrimos que unas aguas residuales donde había bastante basura era habitadas por cantidad de ranas (Pelophylax saharicus) y sapos (Bufotes boulengeri). Nos sorprendió observar un amplexus de ranas.
A la mañana siguiente, más frescos, hicimos un gran viaje a Figuig. A mitad de camino paramos a prospectar, cuando de repente una fuerte tormenta de arena nos obligó a entrar en los coches. ¡La cuarta tormenta de arena del viaje! Naturalmente las cosas no estaban saliendo bien. Estuvimos dos noches en Figuig. La temperatura era ideal (25° C), no había viento y teníamos esperanzas de ver la serpiente gato norteafricana (Telescopus tripolitanus) o la gariba (Echis pyramidum) que nunca ha sido encontrada en este área. Los grandes muros que rodean los oasis, la abundancia de escorpiones, arañas, gecos y mamíferos nos hacían presagiar la aparición de alguna de estas dos raras especies, pero no las pudimos ver. La abundancia de agua favorece la presencia de anfibios (vimos muchos Amietoprhynus mauritanicus y Pelophylax saharicus, un único Bufotes boulengeri) y ratas. Agosto definitivamente parece ser desastroso para encontrar reptiles en Figuig y tras dos días solo encontramos agamas (Agama impalearis), gecos (Tropiocolotes algericus, Stenodactylus ¿petri?, Ptyodactylus oudrii, Tarentola deserti), una bucerrig (Psammophis schokari, con diseño uniforme) y una culebra viperina (Natrix maura).
Nos despertamos temprano al día siguiente y empezamos nuestro viaje hacia Ain Bni Mathar. Aquella mañana encontramos una alta actividad de reptiles. Justo según abandonamos la ciudad pudimos observar un bucerrig (Psammophis schokari, diseño uniforme) que había sido recién atropellada y todavía se movía. Posteriormente encontramos varios lagartos de cola espinosa activos (Uromastyx nigriventris adultos al lado de la carretera y recién eclosionados en la carretera) y una bonita falsa cobra (Rhagerhis moilensis).
Condujimos directamente al norte, a las estepas de Stipa tenacissima donde desafortunadamente llegamos muy tarde para poder ver Ophisops occidentalis o Psammodromus blanci. Buscando en la zona pudimos solo ver algunas mudas de serpiente (Malpolon insignitus). Continuamos la ruta hacia Debdú y encontramos un sapillo pintojo (Discoglossus sp.) dentro de un pozo. También vimos un recién eclosionado de bucerrig (Psammophis schokari, diseño rayado) bajo una piedra y una culebra de cogulla (Macroprotodon cucullatus). Al anochecer condujimos por hábitat de la boa javalina (Eryx jaculus), y pudimos observar dos Hemorrhois hippocrepis y dos Malpolon monspessulanus.
A la mañana siguiente visitamos el Atlas Medio. Un neonato de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) cruzó la carretera. En los alrededores pudimos ver algunas lagartijas (Psammodromus algirus, Podarcis vaucheri) y un lagarto ocelado marroquí juvenil (Timon tangitanus).
Después llegamos a un pequeño pueblo de montaña, donde tuvimos el placer de encontrarnos con algunos residentes. A pesar de la poca credibilidad del testimonio de la gente local respecto a reptiles, les mostramos algunas fotos de herpetos marroquíes. Ellos identificaron rápidamente la culebra viperina (Natrix maura) mostrandonos incluso un ejemplar que habían matado algunos días antes) y la víbora hocicuda (Vipera latastei). No reconocieron, sin embargo, la víbora del Magreb (Daboia mauritanica), o la víbora enana del Atlas (Vipera monticola). Cuando les mostramos la foto de la víbora cornuda (Cerastes cerastes) muchos de ellos dijeron: «Guercif». El cielo estaba nublado y solo encontramos algunas lagartijas (Podarcis vaucheri) pero este hábitat de alta montaña parecía perfecto para la presencia de la víbora hocicuda (Vipera latastei).
Estaba anocheciendo cuando llegamos a las zonas más turísticas del Atlas Medio (Ifrane-Azrou). Paramos a levantar algunas piedras y encontramos algunas lagartijas (Podarcis vaucheri), dos eslizones (Chalcides lanzai), muchos lagartos (Timon tangitanus) y un subadulto de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), que estaba mudando.
A la mañana siguiente visitamos una espectacular zona del Atlas Medio donde hicimos una expedición de algunas horas. Encontramos algunos sapos (Bufotes boulengeri), una altísima densidad de lacértidos (muchas Podarcis vaucheri, algunas Scelarcis perspicillata, una Psammodromus algirus y muchísimos Timon tangitanus), dos culebras viperinas (Natrix maura) y una preciosa culebra lisa meridional (Coronella girondica).
Tras esta expedición nos encontrábamos con el último tramo del viaje y estábamos agotados. Sin embargo dejamos el Medio Atlas para visitar el Alto Atlas ya que queríamos ver algún espécimen de Vipera monticola. Al día siguiente, observamos algunas lagartijas (Podarcis vaucheri) y una culebra viperina (Natrix maura) con una interesante coloración rojiza en un lago de montaña, donde quedamos asombrados por la increíblemente alta densidad de ranas (Pelophylax saharicus).
Dejamos el lago y visitamos una ladera rocosa. A medida que aumentaba la temperatura empezamos a observar lagartijas del Toubkal (Atlantolacerta andreanskyi) y algunos gecos diurnos del Atlas (Quedenfeldtia trachyblepharus). Se nos acercó un pastor que, viendo nuestro interés por las serpientes, nos dijo que había visto una serpiente cerca de su casa. Le seguimos, bastante escépticos, hasta que llegamos a su vivienda ubicada en una pequeña aldea en una ladera. Su vivienda estaba rodeada por un muro de rocas. Empezamos a buscar y encontramos una víbora (Vipera monticola) relativamente grande que medía 37 cm. Mientras la capturábamos, mucha gente nos rodeo para ver como la cogíamos, guardando una distancia de seguridad de nosotros y la víbora. La serpiente estaba mudando y parecía haber sido golpeada por algún palo por las heridas de su piel. Sin embargo, pesentaba un aspecto saludable y no tuvimos dudas que después de su liberación sobrevivió con normalidad.
Budi y Marco no estaban totalmente satisfechos y querían ver una víbora que no estuviese mudando, así que continuamos la búsqueda. Tras dos horas, cuando las lagartijas del Toubkal (Atlantolacerta andreanskyi) y los gecos diurnos (Quedenfeldtia trachyblepharus) estaban más activos, encontramos otra víbora (Vipera monticola), con un precioso color. Tomamos algunas fotos antes de que desapareciese en el arbusto en el que vivía.
Llegados a este punto, estábamos muy cansado, pero felices por ver tantas especies durante esta aventura marroquí, y condujimos hasta Marrakech donde pudimos cenar, tomar una «relaxing cup» de té en la plaza Jemaa el-Fna y decir adiós a Marruecos. Las circunstancias nos obligaron a viajar a este país en agosto, cuando las condiciones son extremas y la actividad de los herpetos es muy baja. Aún así, nos despedimos con una sonrisa y una frase en mente: ¡¡¡volveremos a Marruecos!!!
New trip report!
English version:
http://t.co/6Zs12HswGa
Spanish… http://t.co/yZKu5Sat73
Really very nice !!!
Thanks Tomas!
Hi Gabri,
usually fantastic pics like every time!
For me your dead Steno is a petrii – immediately stepped tail after cloaca.
But – are you sure for your first picture of Ch. polylepis and the one of Ch. lanzai? Both look a bit like ocellatus.
Thanks Mario.
Yes, I also think that it is petrii, maybe Cerastes vipera also occurs in Figuig?? 🙂
About Chalcides, the first polylepis I am sure is polylepis, ocellatus has bigger ocells, and also different habitat. In Guelmim, close to the coast I have never found ocellatus.
About lanzai, your are right, it is very very similar to ocellatus! But I was consulting the Atlas and there is no ocellatus there, so it must be lanzai :S
… and yes, its written Sauradactylus brosseti – not brosetti
Thanks Mario, You’re right! Fixed 😉
impresionante Budy!!!
Conratulations! All pics are excellent!
Thanks Bayram. Before this trip I already knew that Budi was a good photographer, but after the trip I have discovered that Marco Sassoe is an excellent photographer too! Maybe we should organize a trip to Turkey! 😉
Amazing pics!! Unos bichos y paisajes increíbles 🙂
Fantastic photos!
Excellent photographic travelogue !!! If any of you ever make it to the Phoenix, Arizona, USA area, I’d love for you to present a talk on your trip to the local herp group – the Arizona Herpetological Association. Please contact me in advance by email — bill@bluechameleon.org .
Dear Bill, Marco Sassoe visited AZ several times. And Budi and me are always talking about a visit to AZ so if finally we visit Phoenix it would be a honour to talk to the AHA about the Moroccan herpetofauna. I keep your email. Cheers and thanks for your comment
Hi Bill, thanks for your comments. Cale Morris is a good friend of mine and I have made several trips to AZ (unfortunately not in the last two years). I hope I can make it again next summer and it would be great to meet you at the AHA. Actually, if Gabri and Budi will also join it would be fantastic to meet all there…and then go herping!
Fantastic diversity and photography.
Hi all, very interesting, lot of knowledge and chace too !! Congrats !!!
Many species… in August! Very hot and dry season for reptiles…
Very good for the informative work with the local people. First, it shows people that many snakes are completely harmless and very beneficial predators of rats and mice, and on the other hand because they realize that the rich herpetofauna of Morocco, well managed, can be a source of income generating specialized tourism.
Congratulations!
Thanks Javier. For me the interaction with local people was one of the most interesting aspects of this trip (and avoiding interactions with people is almost impossible in Morocco!). Usually, Moroccans were very nice, they were curious about what we were doing and they were ready to help (my impression was they were excited by something new that was happening in their ordinary lives). On the other side these people have many superstitions about reptiles. One policeman told us that if one gets bitten by a Uromastyx the only thing to do is to cut his head (of the Uromastyx of course!). Most people we met seemed not to distinguish between venomous and non venomous snakes (though they appeared to know vipers and the cobra) and were scared to death even by harmless snakes. The impression is that they would kill every snake they meet if they have the chance to do so. As you know better than me, Morocco faces many problems (poverty, low education levels…), and it will be very difficult to educate people to live in a sustainable way and gain respect for the territory they live in. This is a major problem also in richer countries, isn’t it? Still, If I go back to Morocco, I will try to talk to people as much as possible and try to convince them that the only good snake is a live one! 🙂
Thank you very much for the wonderful text and photos! I envy you for this trip 😉
Awesome! Excellent pictures.
-Mike
Enhorabuena chicos! a pesar de las condiciones duras propias del mes y de las bajadas y subidas de actividad habéis logrado ver un gran número de especies y de animales fantásticos!. Muy interesante la gran variedad de hábitat visitados y la diversidad encontrada en ellos. Me parece extremadamente curioso y espectacular encontrar una Dasypeltis activa en ese mes, realmente sorprendente.
Una pena los animales encontrados muertos y como os han comentado, yo también me alegro de la interacciones positivas con las personas locales y las serpientes.
Saludossssssssss.
Chapeau…
Excellent report, and beautiful pictures!. Thanks!!!
Wow, congratulations for this amazing trip. Just to highlight a couple of things. Thanks a lot for sharing your knowledge with the local people, it’s wonderful that you convinced them to pet one of the most amazing animals ever, thanks! Regarding your sightings, I’m completely blown away, how did you manage to find and catch another Varanus? How do you do it? How big was it? It looks huge. Finally, thanks for adding in that beautiful chough. Thanks for sharing. All the best. Alfredo.
Look like you had a fantastic time. Cant wait to get out there myself in May….
I was there too last summer. Great photos! Respect! 🙂 Your site is very useful!